Rabia e indignación es lo que siente la mayoría de las personas después de enterarse de las atrocidades que se cometían detrás de las puertas de la supuesta «protectora»de animales en Santiago (Chile). Esto se ha traducido en vigilias a las puertas donde aun quedan perritos y gatitos, pero ya en mejores condiciones de vida.
No solo en Santiago se han producido estas vigilias, también en otras regiones del país las personas en forma espontanea han repudiado este hecho.
Yo, de manera personal, quisiera que la muerte de tantos perritos y gatitos inocentes no quedara nunca en el olvido, que su sacrificio no haya sido en vano y sirva para que la sociedad tome de una vez por todas conciencia de la realidad de los animales abandonados en nuestro subdesarrollado país.
Todos, de diferentes formas, pero con un solo sentir, quisieron dejar plasmados sus sentimientos. Dolor, impotencia, rabia. Pero con una misma petición: JUSTICIA.
Cuesta entender tanta crueldad, tanta indiferencia ante el dolor de seres indefensos ante el hombre, tambien la sociedad en su conjunto son culpables, de abandonar a sus animalitos en ese lugar, de entregar al que un dia acogieron con supuesto «amor» y luego traicionaron de esa forma yendo a dejar a ese verdadero campo de exterminio.
Animales todos, humanos y no humanos. Pasan los dias y los animalistas proteccionistas de Chile luchamos para que esta masacre no pase al olvido, queremos justicia, luchamos para que la humana, aunque sea solo por esta vez funcione como Dios manda, levantamos nuestra mirada hacia el cielo también pidiendo, clamando, gritando que esta cruel matanza no quede impune…mi Dios…cuantos animales mas tendran que caer torturados, muertos de mil maneras diferentes en este país sin conciencia…cuantos mas!
Esta historia no ha terminado. Quizas mas adelante la lucha continúe dentro de los salones donde supuestamente se imparte justicia. Mientras tanto, levantamos nuestra voz de todas las formas posibles, con presencia, con gritos, con palabras. Mientras ellos, los animales, nos necesiten, ahi estaremos. Somos el lado mas débil, pero el mas persistente, nuestra fortaleza reside en saber que defendemos la vida y la vida siempre es lo mas valioso.
diciembre 16, 2008 a las 10:50 am
como chileno que vivo en australia por los ultimos 39 anos ,veo las noticias de chile todas las semanas, lo que vi esta semana es sencillamente atros, el maltrato de esos pobres animales es increible,espero la justicia chilena se haga cargo de los responsables y culpables, los encarcelen y los presos le den el trato correspondiente dentro de la carcel. Gracias por la oportunidad de por lo menos poder decir algo. Raul.-
diciembre 19, 2008 a las 12:46 pm
Es increíble que estas cosas sigan ocurriendo. Pero, los únicos culpables somos nosotros; nosotros elegimos a los políticos que gobiernan mirando para otro lado. Está claro, los perros no votan, y los animalistas ,que sí votan pero son unos pocos, que griten y pataléen, total, el mundo es sordo.
Aunque la distancia difumina los gestos, me uno al pesar de los amigos chilenos.
Y aquellos que hoy son indiferentes a este dolor, mañana comprobarán que la violencia practicada con los animales, tarde o temprano derivará en violencia hacia los humanos. Con los animales se empieza…
Un saludo desde Madrid.
Ricardo – Linde5